9/03/2008

1.2 Planteamiento del problema

Esta investigación está enfocada hacia el estudio de la toponimia de Collipulli. Se realizará una descripción, clasificación y análisis lingüístico de los diversos topónimos recopilados tanto en la zona rural como en la urbana de la comuna.
Según el Diccionario de La Real Academia Española (1992), la Toponimia es: una rama de la onomástica, encargada de estudiar los nombres de lugares. Esta a su vez puede sub clasificarse en:
a) Toponimia Mayor: referida a los grandes lugares, tales como: valles, montañas, ríos, etc.

b) Toponimia Menor: La cual se orienta a los lugares pequeños, como por ejemplo: rocas, cuevas, etc.

1.3 Marco teórico

Ramírez se refiere al estudio de la toponimia mencionando que: “Al ser una rama de la onomástica, el estudio de la toponimia, forma parte de la lingüística o está conectada con ella, por tener un enfoque que es externo al lenguaje o a la lengua misma” (1988: 12). Por lo tanto, tal exterioridad, explica que los estudios toponímicos abarquen consideraciones geográficas, sociales e históricas, que por cierto deben estar muy claras al momento de analizar los datos lingüísticos, para que a su vez, podamos llegar a conclusiones confiables.
El lingüista Joan Corominas, ha explicado esta circunstancia de un modo que creemos muy elocuente:
“El estudio de los nombres de lugar es una de las cosas que más ha desvelado la curiosidad de los eruditos e incluso la del pueblo en general. Es natural que sea así. Estos nombres se aplican a la heredad de la que somos propietarios, o a la montaña que limita nuestro horizonte, o al río de donde extraemos el agua para el riego, o al pueblo o la ciudad que nos ha visto nacer y que amamos por encima de cualquier otra, o a la comarca, el país o el estado donde está enmarcada nuestra vida colectiva. ¿Puede pensarse que el hombre, que desde que tiene uso de razón se pregunta el porqué de todas las cosas que ve y que siente, no se preguntaría sobre el porqué de estos nombres que todo el mundo tiene continuamente en los labios” (1965: 7).
Sin embargo, a pesar de generarse tal cercanía y sentido de pertenencia social, se encuentra la necesidad urgente de comprender y profundizar en los aspectos preponderantes de la investigación toponímica, ya que en nuestro país hay un gran campo de investigación, pero que aún no se ha estudiado, existiendo un universo de topónimos por descubrir.
Uno de los primeros trabajos realizados, fue en 1891, con la llegada de Rodolfo Lenz, quien interesado por las peculiaridades fonéticas del castellano chileno (especialmente la pronunciación rural y urbana vulgar), comenzó a estudiar la lengua mapuche, basándose en las gramáticas de los antiguos misioneros, como Luis de Valdivia y Bernardo de Havestadt, sin embargo pronto se dio cuenta de que tal metodología latino escolástica no era fidedigna. Lenz manifiesta lo siguiente:
…prescindir por un momento de todo lo que nos enseñan las obras de los misioneros i recojer materiales orijinales (Lenz 1893: 8)

Luego, diseñó un procedimiento original para la época, que consistía en la recolección de datos a través de hablantes nativos de la lengua. Este programa fue puesto en práctica entre 1891 y 1897 en los viajes realizados por él a la Región de La Araucanía, en las áreas de Collipulli y Victoria.
Tales trabajos, como por ejemplo, su artículo Beiträge Zur Kenntnis de Amerikanospanischen (1893) (Contribución para el conocimiento del español de América), dieron luz para investigaciones posteriores; estudios que se han ido incrementando en nuestro país y que hoy ayudan a ubicar a Chile dentro del mapa filológico mundial. Sin embargo a pesar del gran avance, en la zona de la provincia de Malleco el estudio de la toponimia es inexistente.
A continuación se presenta algunos autores que han desarrollado importantes estudios de toponimia y que han colaborado significativamente en los avances de esta disciplina.

El francés Albert Dauzat, en su obra Dictionnaire étymologique des noms de lieux en France (1984), decide ir más allá de lo antroponímico, y en su estudio destaca la búsqueda de tipo etimológico de los topónimos, ya que esta forma permite proyecciones hasta la actualidad.
Explica, además, que los nombres de los lugares se han formado por la lengua hablada de la región, durante la época de su creación; por ende la búsqueda etimológica de los nombres de lugar debe remontarse lo más posible al pasado y reconstruir las formas que le han precedido, hasta la más antigua de la que su historia haga mención. Según este autor, existen tres tipos de designaciones; a) designaciones espontáneas; las cuales surgen producto de la geografía que prepondera el lugar, b) designaciones sistemáticas; referentes a los nombres derivados de nombres propios de conquistadores, descubridores o santos, c) designaciones originales; en ellas no existen cambios, solo se mantienen en su forma original.
Dauzat incide de un modo particular en las vertientes psicológica y sociológica de la toponimia, y afirma que “esta ciencia constituye un capítulo precioso de psicología social. Nos enseña cómo se han designado, según las épocas y los medios las villas y los pueblos, las propiedades y los campos, los ríos y las montañas. En suma, nos permite comprender mejor el alma popular, sus tendencias místicas o realistas, sus medios de expresión en definitiva” (1971: 9).

Otros de los estudios de toponimia con atingencia a la investigación que realizaremos es la del autor Luis López Santos, llamada “Hagiotoponimia” (1960) quien presenta esta nueva clasificación referida a los vocablos del léxico religioso, convertido en topónimo y que se encuentran vinculados a lo geográfico, en este trabajo se explica que esta ordenamiento se encuentra incluido dentro de la onomástica, aunque también pudiesen existir topónimos que presentan una falsa apariencia toponímica, denominados Pseudo hagiotopónimos.
Dentro de los estudios toponímicos realizados en nuestro país cabe mencionar autores tales como Guillermo Araya, Claudio Wagner, Constantino Contreras, Mario Bernales, Leopoldo Sáez Godoy, entre otros .

El método geográfico lingüístico comienza a aplicarse en las primeras décadas de los 40 y es el Instituto de Filología de la Universidad de Chile el que demuestra mayor interés en éste, por lo cual lleva a cabo el proyecto “Elaboración del mapa lingüístico de Chile" dirigido por Rodolfo Oroz. Más adelante se publica en Santiago, “La lengua castellana en Chile”, 1966, la que ofrece una descripción de conjunto del español en nuestro país.
Fue Guillermo Araya el principal impulsor de la geografía lingüística en Chile y a su vez desarrolló una importante labor en la Universidad Austral de Chile. Junto con un equipo de trabajo logra formar y dar inicio a los primeros estudios de toponimia en nuestro país. Este proyecto tuvo como referencia la tesis del profesor Claudio Wagner, titulada Geografía Léxica Valdiviana: el campo y la costa. A partir de allí nacen variados estudios relacionados y fundamentados en la geografía lingüística.
Araya fue el impulsor y director del proyecto del Atlas Lingüístico Etnográfico del sur de Chile. El primer tomo del Alesuch fue publicado en el año 1973 y el equipo de trabajo estuvo compuesto por Mario Bernales, Constantino Contreras y Claudio Wagner.
Claudio Wagner, en su artículo “Contribución al Estudio de la Toponimia de Chiloé” (1964), ¬ sostiene que: Un estudio toponímico adquiere valor científico sólo si se cuenta con documentos fidedignos y de cierta antigüedad, ya que esto permite rastrear las formas toponímicas y sus variantes.
La toponimia de Chiloé deja de manifiesto la vinculación del hombre con su tierra, ya que el indígena solía nombrar su tierra expresando sus características en relación con la orografía, hidrografía, agricultura, la presencia de animales y plantas autóctonas, minerales, ritos religiosos o costumbres.
Leopoldo Sáez Godoy, en su trabajo “Toponimia de Valparaíso” (1962), realiza una investigación de los topónimos encontrados en la región de Valparaíso, donde se presentan algunos problemas que pertenecen a diversos campos del saber humano, como por ejemplo; la geografía, historia, zoología, botánica, geología, filosofía y lingüística.
Constantino Contreras en su trabajo “Toponimia aborigen Magallánica” (1977), se refiere a la vigencia, la extinción y la sustitución de los topónimos, sostiene que el estudio toponomástico revela las motivaciones que han tenido los hablantes para nominar de una u otra manera un determinado punto de la geografía.
Sin embargo, dichas nominaciones explica, no siempre se mantienen y puede ocurrir también que algún nombre se extinga, ya sea por sustitución de un nombre por otro, debido a razones de valorización o por la desaparición total o parcial de los hablantes de esa lengua.
Mario Bernales Lillo, en su trabajo “Aspectos de la toponimia de Valdivia”, (1990) realiza un estudio de tipo sincrónico en lo que respecta al material recopilado, y diacrónico debido a la toponomástica hispana aportada tanto por los exploradores y por los colonizadores españoles llegados a esta provincia.
Bernales señala que en la provincia de Valdivia se encuentran topónimos de base lingüística distinta, producto de tres civilizaciones y culturas diferentes que han dejado muestra en indefinidas voces relacionadas con la tierra, flora, antropología, etc. y que técnicamente conocemos como topónimos.
Explica, además, que el proceso de extinción de un topónimo no necesariamente debe estar sujeto a las leyes fijas, sino que también sucede como un fenómeno de tipo espontáneo. Pueden existir motivaciones tanto externas como internas:
a) Motivaciones externas: Estas se refieren a las de tipo histórico, antroponímico, descubrimiento de minerales y explotaciones del suelo, transformaciones geográficas por causas naturales o por la intervención del hombre.
b) Motivaciones internas: Estas se refirieren a la adaptación de los significantes a la otra lengua y cambios producidos por el propio explorador.
El campo estudiado en nuestro país es sin duda significativo, sin embargo aún queda un sin número de topónimos por descubrir y estudiar, por lo cual esperamos a través de esta investigación dar un aporte al estudio de toponimia de la provincia de Malleco, especialmente.


1.4 Objetivos


1 Estudiar las motivaciones que tuvo el hombre para bautizar con dichos nombres la tierra y los significados propios correspondientes a los topónimos de la comuna de Collipulli.
2 Entender los nombres relacionados con la geografía del lugar, ya sea a través de su significado o evolución debido al proceso histórico de esta comuna.
3 Proponer enseñanza y aplicación de la toponimia en primer año de enseñanza media.


1.5 Hipótesis


1 Existe mayor número de topónimos mapuches que hispanos en la comuna de Collipulli.
2 Que la mayoría de los topónimos de origen mapuche se han sometido al sistema lingüístico del español, tanto en su morfología, como en su sintaxis.
3 La principal motivación que impulsó al hombre a “toponominar” fueron las características geográficas.
4 El cambio de tenencias de tierras significó la modificación de la toponimia de algunos lugares. (La reforma agraria fue uno de los motivos influyentes).

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